sábado, 5 de octubre de 2013

La alquimia que no se va

La alquimia ha sido generalmente tachada de pseudo ciencia por su objetivo conocido de transmutar el plomo en oro. Es fácil burlarse de este intento pero es mucho menos fácil encontrar buenos textos que nos ayuden a entender por qué tantos estudiosos gastaron su vida en experimentos que, ahora nos parece, estaban destinados a fracaso.
Es difícil encontrar libros sobre alquimia pero es relativamente fácil encontrar libros de alquimia que sigue siendo atractiva para muchas personas. Desfortunadamente, quienes ahora pretenden estudiar alquimia se encuentran junto con los seguidores de las tradiciones esotéricas, las medicinas alternativas y otras tradiciones mágicas.
Los alquimistas no eran magos, eran experimentadores. Su ciencia partía de supuestos que ahora consideramos equivocados pero que eran consistentes con sus observaciones. Por ejemplo pensaban que los metales se generaban en la madre tierra y querían reproducir esa generación en sus retortas. Si el experimento no resultaba, variaban las condiciones y lo repetían con las esperanza de que alguna vez sucediera algo semejante a lo que sucedía en el vientre de la tierra; o en el vientre de una mujer y por eso usaban a veces su propio semen con la esperanza de recrear seres humanos.

Su intento era reproducir en el laboratorio los procesos naturales.¿Quién puede tacharlos de locos por eso? Hubo un tiempo en el que yo estuve muy interesado en lograr eso mismo, reproducir ciertos procesos naturales. Intenté, por ejemplo, impermeabilizar el techo de mi casa mediante la reproducción del proceso por el cual se tapan las arterias, las cañerías o las atarjeas:  permitir que el agua arrastrara materiales que terminarían tapando los poros. Entre los libros que más aprecio de mi biblioteca hay varios textos alquimistas.

Ahora existen procesos de tecnobiología que simulan y aceleran la evolución de alguna especie de bacteria casi al gusto de los experimentadores. Existe también una técnica para generar soluciones a problemas complejos mediante el uso de computadores que simulan un proceso evolutivo durante 10 mil o 100 mil generaciones. Los alquimistas se sentirían muy reconfortados de saber que al fin alguien esté generando nuevas especies animales mediante la imitación de la naturaleza.

El siguiente texto es un comentario sobre un texto dedicado a la alquimia escrito por un historiador. Me encantaría tenerlo.

THE SECRETS OF ALCHEMY


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