martes, 17 de septiembre de 2013

Es hora de mejorar la educación de los varones.

Hace algunos años se publicó un alegato en contra de la educación mixta. El argumento principal era que la educación básica tendía a acomodarse a las necesidades de a niñas y no a las de los niños. A los niños, decía el autor, les gusta correr, empujarse, competir, gritar y  pelear: todo lo que está prohibido. En cambio, la educación mixta fomenta buenos modos, amabilidad, pedir por favor, charlas y actitudes sociales que se acomodan mejor a las niñas. El autor insinuaba, quizá con razón, que esa educación 'feminizante' podría ser la responsable de que los problemas de aprendizaje fueran mucho más frecuentes entre los niños que entre las niñas.

El siguiente texto no tiene ninguna relación con el anterior y trata de la educación superior. Pero, curiosamente, la autora señala que hay diferencias entre lo que les gusta hacer a los hombres y a las mujeres, y que la enseñanza universitaria se ajusta mejor a las mujeres que a los hombres. A los hombres, dice, les gusta manipular las cosas, armar y desarmar. A las mujeres les gusta la interacción social.

Las cifras que presenta muestran que las aspiraciones, las inscripciones y las deserciones en la universidad son muy diferentes para los dos sexos y siempre a favor de las mujeres.

Quizá algo de lo que propone para mejorar las condiciones universitarias de los varones sería de utilidad para renovar algunas carreras, como las ingenierías, haciéndolas más adaptadas a los gustos masculinos.


HOW TO MAKE SCHOOL BETTER FOR BOYS

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